¿Alguna vez te has preguntado de dónde viene el jabón? Seguro que sí, pero ¿realmente sabes la respuesta? Te contamos todo lo que necesitas saber acerca de este producto tan útil y versátil.
Desde el comienzo de la historia, el jabón ha jugado un papel importante en la limpieza y el cuidado personal. Aunque hoy en día se puede comprar jabón en cualquier tienda, no siempre fue así. La fabricación del jabón era un proceso largo y complicado que requería conocimientos especializados. El jabón se produce a partir de una reacción química entre aceites o grasas y una base, como la potasa o la sosa. Esta reacción se conoce como saponificación. El primer paso en la fabricación del jabón era obtener los aceites o las grasas necesarios.
¿Sabías que el jabón que usas todos los días puede estar hecho de aceite reciclado? Sí, es cierto. El proceso de fabricación del jabón utiliza una gran cantidad de aceite, y mucho de ese aceite se puede reciclar. De hecho, el proceso de reciclaje del aceite es una parte importante de la fabricación del jabón. El aceite usado se recolecta, se limpia y se mezcla con otros ingredientes para crear una sustancia llamada «materia prima». Esta materia prima se utiliza para hacer jabón. El proceso es simple, pero el impacto es enorme.
El jabón es un producto que utilizamos a diario y que, por lo general, damos por sentado. Sin embargo, su fabricación tiene un impacto significativo en el medio ambiente. El jabón se produce a partir de aceites vegetales o animales, que deben ser extraídos y procesados. Esto requiere energía y genera residuos. Además, el jabón contiene ingredientes químicos, que pueden tener efectos adversos en el medio ambiente y la salud humana. Por estas razones, es importante tomar conciencia del impacto ambiental de la fabricación de jabón y buscar alternativas más sostenibles.
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